Distribución demográfica espacial.

El imperio inca fue el imperio más extenso en la América precolombina. El territorio abarcado por el imperio se denominó Tawantinsuyo o Tahuantinsuyo y al período de su dominio se le conoce como incanato. Surgió en la región de los Andes peruanos entre los siglos xv y xvi como consecuencia de la expansión del curacazgo del Cuzco, siendo la segunda etapa histórica y el período de mayor apogeo de la civilización incaica. Abarcó cerca de tres millones de km² entre el océano Pacífico al oeste y la selva amazónica en el este, desde el Río Ancasmayo (Colombia) al norte hasta el río Maule (Chile).



Revisando su crecimiento territorial, encontramos que llegó a tener una extensión de cuatro millones de kilómetros cuadrados, abarcando en términos actuales, desde Ecuador hasta Bolivia, Chile y Argentina; espacio en el que convivieron varias culturas. Necesidades de manejo administrativo y control social, han de llevarlos a tomar lo mejor de cada pueblo que conquistaban, acrecentando sus conocimientos, adaptándolos a su vez para lograr un Estado productivo y eficaz.

Haber extendido su territorio inicial hasta convertirlo en el más extenso de américa precolombina, llamado Tahuantinsuyo, comprendido por los actuales territorios correspondientes al extremo suroccidental de Colombia en la frontera, pasando por Ecuador, Perú, el oeste de Bolivia, la mitad norte de Chile y el norte, noroeste y oeste de Argentina;   puede explicarse a través de la realización principalmente de acciones militares.



La expansión inca fuera de Cusco se llevó a cabo gracias a una estrategia que combinaba lo militar con lo social, asegurando niveles de convivencia entre los distintos grupos culturales; recordemos que el Imperio Inca se había formado solo 100 años antes, cuando las etnias cusqueñas impulsadas por Yupanqui Pachacuti obtuvieron la victoria frente a la confederación de estados chancas en 1438, desplegándose desde su capital para aplastar a los muchos pueblos indígenas de la región.

 El crecimiento o apogeo en tan corto tiempo y la construcción de alianzas, tuvo en consideración la situación de poderío y fuerza de cada curacazgo, que guardaba relación por un lado con la riqueza de cada uno, y por otro, con la forma en que eran recibidos; los curacas tenían dos opciones: rendirse ante el ofrecimiento de la reciprocidad y de las exigencias del sistema, o luchar con las armas por su independencia. En la mayoría de los casos, la sola presencia de las tropas incas era suficiente para la anexión de las macro etnias al Tahuantinsuyo.



 información extra:

https://revistas.unas.edu.pe/index.php/Balances/article/view/166/152

Marco Bedoya.


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